jueves, 14 de junio de 2012

Entre el cristal y los abrazos

Niño que atravesaste el océano cósmico envuelto en un haz de luz. Niño que naciste con la conciencia despierta. Niño que tempranamente se sintió especial entre los únicos e irrepetibles. Niño que lleva en su esencia la voz del corazón y en su alma la memoria de cientos de existencias. Niño de arrugas ancestrales y antiguas, de sabiduría originaria y confianza universal. Niño con pies extensos caminando la anchura de la Tierra otra vez.

Espíritu dentro de un niño, de las filas y la legión de los Guerreros del Arco Iris. Niño de la generación del cristal: sensible, vibrante y guerrero y otra vez niño. Niños índigo, niños de la nueva vibración. Niños como oleadas o solamente niños. Niños de la esencia más pura, niños mezclados entre dolores y amarguras, adoptando la ironía y el cinismo como escudo o armadura. Niños eternos, viajeros del misterio.

Jóvenes descreídos, trazando el límite de la desesperanza, perdiendo candidez. Adultos de un camino turbulento, de un progresismo eterno y prometedor. Adultos desconfiados de los horizontes inalcanzables. Adultos de ojos lavados, recuperando la conciencia de la luz. Adultos jóvenes desafiando al sistema, volviendo a planear. Adultos atravesando la tempestad, tendiendo los brazos para ver en la oscuridad, estirando la mano a aquel niño que fueron. Recuperándolo. Sanándolo.

Niños antiguos, pobladores de Lemuria y Atlántida, viejos ciudadanos de otros tiempos y civilizaciones humanas. Viejos creadores de continentes extravíados y sumergidos. Niños en cuerpos grandes, esencias puras anclando luz en la confusión. Niños haciendo círculos, jugando en ronda, manos abiertas y entrelazadas, manos tomadas cerrando otro ciclo de la creación. Niños, jóvenes, adultos y ancianos, seres de luz despertando en la Tierra, naciendo en el albor de un nuevo sol. Niño que lleva dibujado en sus ojos el universo y el mundo en sus manos.
Niño, no hay nada más que podamos perder si nos han robado todo menos las ganas de hacer un mundo nuevo, entero, para llenarlo de juegos. Tengo el compromiso y la alegría de mirar tus ojos para confirmarte en el mundo y el deber de darte tu espacio y tu lugar.


Camilo Pérez Olivera. 
Ensayando otra manera de vivir¡!




1 comentario:

  1. camilo que bello esto de los niños realmente me quede maravillada gracias ,tengo un nietito indigo
    de 4 años y realmente los papas ya no saben que hacer ellos no entienden nada de esto y no aceptan que este niño sea indigo un abrazo y mucha gracias

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