martes, 2 de septiembre de 2014

El partido ya está ganado

Hace años escuché esta frase en boca de un hermano de camino: ''el Gran Misterio es aquella luz tan conciente de sí que no precisa mostrarse para saber que es luz''. El Gran Misterio le llaman las culturas antiguas al espacio y al mapa que forman las estrellas en el cielo. Toda manifestación de la vida que nos deslumbre, proviene de ese potencial.

Dos angustias corren por las venas de la mayoría de las personas y por el torrente de la humanidad: no saber quién se es y para qué se está aquí. Si estas preguntas que son el origen de todas las demás, no tienen respuesta, entonces ninguna interrogante la tiene. Todo el pensamiento del hombre, por más elaborado y sofisticado que sea, no ha logrado saciar estos vacíos existenciales. Esos lugares dentro nuestro no se silencian adquiriendo información, se alimentan y reconfortan a través de la experiencia: lo que se extrae de lo vivido. Por eso las preguntas no tienen respuestas, cuentan con caminos para desatarse.

También hace años escuché a un abuelo muy sabio decir: ''el partido ya está ganado''. Si en los campos de la ignorancia, un solo ser humano ha logrado prender su llama e iluminar su camino; el cambio ya está dado y el fruto de ese acontecimiento nos baña a todos. En la naturaleza del hombre no está quedarse atrapado en el desconocimiento, sino crecer y madurar hasta descorrer los velos que lo separan de su propia luz. Dejar de sentirse extraño consigo y de ser un misterio para sí al igual que ir tan profundo hasta reconocer que el universo es él mismo, son dos buenos propósitos para poner en andas al hombre sobre el Ser.

Ahora, volvamos al punto de partida. ¿Cómo podés saber que sos la luz primera sino lo experimentaste? No alcanza con que te lo cuenten. Necesitás vivirlo.

En algún momento todos precisamos un faro o por lo menos una linterna que nos guíe. Es válido y sano. Válido porque quien da con la fuente, no es un ser aislado sino el resultado de lo hecho por su especie. Y los intentos de sus semejantes de explorar las formas de llegar al centro están a su disposición. Y sano porque pactamos el olvido y con toda lógica, para recuperar la memoria precisamos imitar a otros hasta saber cómo hacerlo, tomar la fuerza y así edificar la autonomía que nos distingue.

Entre los escalones de la conciencia, hay dos eslabones que son fundamentales. Hay un solo camino que está hecho para cada uno y todos los caminos conducen al mismo lugar. Imaginá que cada uno de nosotros es una vertiente, un canal de agua que sí o sí, desembocará en un mar que se colma con las aguas de todos. Imaginá ahora que cada encarnación o vida pasada, es una vertiente de agua y todas confluyen y hacen tu gran mar. Naturalmente, todos nuestros mares con sus mareas, su serenidad, agitaciones, tempestades y turbulencias; hacen al gran océano del universo humano.

Aquí volvemos al problema original. Las vidas pasadas como ser la luz divina y total, son creencias hasta no experimentarlas. Para que nadie se sienta excluido, hay muchas maneras de conocer esos registros o memorias. Algún día hay que empezar y el menú está a la orden.

Una vez más, tenemos un inconveniente. Lo más importante no es quién fuiste sino tomar de lo que fuiste la sabiduría que te dejó haber sido. Pero vuelvo a unos párrafos antes. Mucho de lo que viniste a ser y a hacer aquí, está íntimamente ligado con lo que ya has caminado en la Tierra. Por eso digo que todas tus aguas y vertientes, todos tus caminos y encarnaciones, están confluyendo en este momento. El presente es un resumen y síntesis de tu alma. Por eso lo que te pasó en la vida -en esta-, guarda su sentido en lo que se denominan vidas pasadas. Los que te rodean son viejos actores tomando otros roles o tal vez el mismo para que despierte el potencial no manifestado en ti.

Todos estamos incluidos en la oportunidad de ingresar en lo que hicimos, lo que fuimos y lo que nos debemos a nosotros mismos en este tiempo. Pero no sirve de nada romper el silencio e ilustrarte sobre cómo es y de qué se trata, sino de darte animo para que vayas por lo que te pertenece. Así como la curiosidad es la primer llave a la puerta del Misterio, las inquietudes e interrogantes que persisten cada día y te empujan a la búsqueda, conducen a tus confines.

Lo más importante es la conquista de ti mismo. ¡Ese es el triunfo! No es cuestión de ser buenos o de esforzarse ¡Está dado! Sos lo que sos. Soy lo que soy. Ya sé que soy la luz y que me llegará el tiempo de fundirme con la fuente.

Algo más... En los momentos en que la vida me aprieta y habiendo soltado las muletillas y guías externas, acuñé una convicción regalada por mi alma: ''Voy a seguir adelante para saber qué hay detrás de todo esto''. Estoy feliz de ser humano. Vivo con entusiasmo el misterio de la vida y con alegría la capacidad de sorprenderme ante la trama de la existencia.

¡Que tengas una aventura exitosa y puedas conquistarte! Y como éxito viene de elixir y esta deriva de elegir, no es una expresión de deseo, ¡es una certeza porque la vida ya te eligió! Éxito, elixir, elegir y existir, son de la misma familia: la maravillosa explosión que resulta de hallarse.

Hagas lo hagas, ya estás siendo. La vida te soñó y por tanto sos una expresión de su vientre. Ella es la que marca el ritmo y quien te espera detrás de cada perfil para contarte sus secretos. Por eso ¡el partido ya está ganado!



Camilo Pérez