lunes, 30 de abril de 2012

La cuadra más larga del mundo

Las tardes en la costa este de Uruguay son frías, en el Remanso y a modo subjetivo, mucho más. Las casas construidas para el veraneo se han puesto a la orden del día para el alquiler de moradores permanentes. Es que en plan escape del modo de vida urbano, me entero de muchas personas y sus necesidades, de salirse del mapa metropolitano. No es una cuestión de gusto - gustarme me gusta el dulce de leche, o tengo preferencia por el café con leche cargado y caliente cuando me levanto - es una decisión de vida cuando la ciudad colma tu paciencia y excede el respeto en mi termómetro. Por eso, cuando las necesidades habitacionales fluyen a una velocidad sideral y las políticas de vivienda por mejor intencionadas que sean, no llegan con la misma rapidez, pasás a ocupar cualquier casa que se precie de tal, con condiciones que apenas alcanzan un criterio mínimo a tu criterio ya de por sí flexibilizado.

Así llegamos a nuestro querido Remanso hace un año y medio atrás. Ingenuos y sacando el pecho como diciendo "miren lo que conseguí, vivir en este lugar, donde quería". Aprovechamos la última hora de la primavera y el verano íntegramente, con la noticia del embarazo de Noelia incluida. La diferencia entre el otoño y el invierno por estos lados no es muy notoria, por momentos es como jugar a encontrar las diferencias en los cuadros de los diarios, hay que mirar fijo y con lentes de cerca. Así fue que la temporada invernal nos dio para que tengamos... Escasez de gas tras los conflictos entre las compañías y sus empleados y el precio de la leña por las nubes, nos hizo vestir más de una vez dentro de casa con bufanda y gorro. Otro ingrediente fue la preocupación por la llegada de la bebé que nacería en septiembre, cuando todavía el frío se cuela por las hendijas. 

Por terminar el invierno conseguimos un generoso recurso. Una buena estufa de esas que llevan garrafas de 13 kilos, sin rueditas - así que la columna agradecida - pero fue el esplendor. A dos o tres fuegos, la mirada fue menos fría, más optimista y calurosa.

Ahora que ha pasado el tiempo, ahora que estamos más curtidos - por el frío y por el conocimiento de la zona - el invierno nos encuentra más certeros. Lo primero que hice es rejuntar leña de un monte de pinos pequeños que fue masacrado hace tiempo. Los vecinos - naturalistas por demás, a mi juicio - todavía se acuerdan del sujeto que los taló, con desprecio. Es así que cargué en dos domingos consecutivos con cientos de kilos de árboles hechos trizas. Caminé varias veces el trayecto casa/monte -  monte/casa que gracias a Dios es de una cuadra y metros como con un guinche colgado a la cintura, cinchando de estos pinos. Les juro que pensaba que quien camina por el desierto, al borde de perder el conocimiento, muerto de sed y con la piel quebrada, se debía sentir similar a mi por momentos... sólo por momentos. Otra cosa que mi cabeza pensaba es que cuando tu trabajo tiene que ver con el arte y la buena voluntad de colaborar de las personas, sos más dueño de tu tiempo, pero menos dueño de grandes dinero, y eso exige rebusques como hacer leña del árbol caído. Así me convierto en polifacético y multifuncional. Transitando con mi cuerpo flaquito la cuadra más larga de mi vida. Otras veces soy leñador, en ocasiones baby sitter y amo de casa. Es por eso que cuando llega Noe de trabajar, más de una vez me encuentra sin ninguna posibilidad de haber pasado por la ducha, con los rulos despeinados y desparejos. También soy buen compañero de mi mujer a veces, y otras no tanto. Soy padre a gusto y a tiempo completo dos veces por semana, cuando descanso de convertirme en cantor y recorrer con mi pase libre la ciudad: la guitarra. También suelo vestirme de músico, entre casa, cuando sueño que algún día, el Universo se apiade y estructure la forma de editar estas canciones. 

El sábado recibo la receta de mi madre, receta que contaba de qué forma mantener vivo el fuego del hogar cuando el invierno se ensancha y estropea los paisajes exteriores. Receta que habla de cómo cobijar el alma en tiempos que bajan al hielo de los infiernos las temperaturas. Y sobre todo, receta de alguien que está convertida en abuela, que goza de juventud en cuerpo y espíritu. Desde casa, por vivir estratégicamente ubicados mirando al Sur, olemos las tempestades antes que se desencadenen, las intuimos, las saboreamos... Y este sábado, nos encontramos frente a la computadora, armamos campamento frente a ella. Yo ensayaba alguna canción que se antojaba sublime en el momento, ahora que la web trae digeridas las notas para sentarse y rasgar las cuerdas. La guitarra sonaba tímida entre mis manos porque Julieta aprovechaba el ventarrón para refugiarse entre las caricias y la leche materna. 

Así vamos aprendiendo los tres juntos - Noe, Julieta y yo -  a compartir el secreto del fuego y el hogar veraniego en medio de la tormenta. Es como celebrar pequeñas ceremonias en medio de la tempestad.




Camilo Pérez Olivera 
Ensayando otra manera de vivir¡!

sábado, 28 de abril de 2012

Verdad, simplicidad y amor

Hoy me levanté con los ganglios en la mano y el ánimo de Heidi corriendo por las praderas. Me desperté definitivamente a las 9, luego de luchar contra varios sonidos exteriores y con las patadas de Julieta que duerme perpendicular al resto de los seres humanos. Es que una vez que su mamá se levanta, ella se esparce y se contornea a piacere. Y nosotros disfrutamos del espacio liberado en la cama sin molestarnos ni dispersarnos, es que dormimos juntos, a la distancia y arropando el sueño un ratito más, intentando vencer el invierno del Remanso.

Hace unos días mi actitud cambió sustancialmente. Luego de varias publicaciones de mis notas en facebook y de la aprobación de amigos y contertulios, decidí bajo el auspicio de mi madre, comenzar a abrir el panorama. Necesito tomar el riesgo de compartir aquello que me conmueve y que luego se convierte en hojas que dejan de ser blancas, aún en la virtualidad. Y así fue que construí con esmero y dificultades el blog que he tratado de propagar y difundir. Sin embargo éste se mantiene sereno, mi madre comenta que para que se mueva el blog hace falta tiempo, producción – escribir – y relacionarse. Es por ello que Claudia me agregó más de veinte amigos suyos, del mundo de la intelectualidad y la lectura para mover la bola a mi perfil facebook, a la espera que alguien muerda el anzuelo y dé un paseito por el blog o lea por la red social antedicha. También me auspicia en tuloescribes.com.ar, donde la producción literaria es permanente. Así que en estos días he recibido comentarios, consejos, sugerencias, aprobación, varios me gusta, de aquellos que son más haraganes o tímidos, y otras propuestas que de momento, debo reservarme, pero que me han colmado de satisfacción. Así que he entrado en un terreno riesgoso pero mucho más verdadero, más vital, fuera de control y fluido, donde lo que impera es el compartir, algo más que una hazaña en los tiempos que corren.

Por eso ayer por la noche me tomé una licencia y me acosté a compartir los últimos minutos que nos mantenían despiertos con quien me acompaña y me alienta a diario, Noelia; que corría por la casa con Julieta en brazos repitiendo en tono monótono y musical: “Papá es un hit”. Y a mi que me sale bien ser gruñón, enseguida bajé el tono de la cosa, no sea caso de estar descorchando cerca de las doce para brindar y quedar como Cenicienta, varada y con los pies descalzos, que, ya les dije... para alguien que se despierta con los ganglios en la mano, no es saludable. Así que ayer por la noche la familia se acostó junta y en grado de satisfacción.

En lo personal hace diez años que escribo, y sé que es una tarea que me acompaña desde otros pasajes por este mundo. Aún así, hacerlo bien o estar completo con mi trabajo son diez pesos aparte. Hace cinco años que estoy de acuerdo conmigo mismo cuando termino de escribir en el formato que sea. Soy un tipo con un nivel de autoexigencia importante. Esta especie de estado de aceptación es producto de una etapa de madurez, donde me animo a ser la autoridad de mi vida y contar lo que siento soltando los temores y los juicios. Este es el camino de mi corazón y sólo tiene sentido si es en relación. ¡Gracias!


Camilo Pérez Olivera
Ensayando otra manera de vivir¡!

jueves, 26 de abril de 2012

Incendios

Antes que se desvanezca abril he prendido una vez la televisión. La caja boba que atomiza al ojo idiota. Justo ayer hablábamos con Noelia sobre nuestras expectativas riesgo/año. Sabemos de la volatilidad del 2012, mas estamos tan desenchufados que nos sorprendimos de que todo estuviese en calma. Pero claro... Reparamos fácilmente en que hacía una semana por lo menos que la divina TV. Estaba fuera de servicio. Esta mañana desayuné noticias, y cuentan las cadenas informativas que cayeron taitantos gobiernos en Europa, se los devoró la crisis... Amor. Mientras tanto el gobierno español y los dueños de Repsol bajaron abruptamente los decibeles ante el tono de CFK que todo lo puede, que la va de "prepo" hace años... Como cuando se deglutieron los fondos de las AFJP, allanando las oficinas de estás por la noche, adueñándose de todo, dejando a miles en la calle. Más amor. Así las cosas, esta noche puse power al noticiero y las cámaras apuntaban al motín del COMCAR (Complejo Carcelario Santiago Vásquez), "los colchones se prenden fuego y nos quemamos vivos", canta el Indio. "Donde hay dolor, habrá cancones", dice Solari. Y más amor. También siguen las investigaciones por las personas asesinadas en un acto de "gentileza" médica, y arrancaron las clases en medio del derrumbre educativo voraz. Las personas en situación de calle comienzan a enfilar hacia los refugios porque el frío anda por todos lados y azota y ruge, atraviesa los pasillos y golpea y rebota en los paredones de la ciudad. El amor otra vez.  El sistema es un profundo incendio. Se devora las piezas que están estropeadas por doquier. Las novedades nos queman las manos. Las consignas sobran en medio del escándalo. Un Frente Amplio envejecido pretende incorporar cuestiones ecológicas y de género a su agenda para discutir y debatir en profundidad. El mayo francés y la cultura hippie ya taladraron los cimientos del capitalismo con estos temas hace 50 años. Cuando los tabúes se hicieron insoportables y se gritaba "sexo, droga y rockandnroll". Pero esa generación sucumbió en los excesos y derivó en el cinismo de los 70', cuando se sabía que tomar el poder del Estado era una utopía y entonces se colectivizaron las experiencias no ordinarias clandestinamente. Entonces se pasó del destape flower power  al anonimato existencial de los setenta. Incorporar? Qué? La oposición, ahora ya no son más blancos y colorados, es un estrago en sí: sin fundamentos, inexpresivos, retrógrados. Uruguayos que quieren ver otros uruguayos presos lo más rápido y temprano posible. No son mis enemigos, ni levanto trincheras contra ninguno de los tres partidos conservadores de este país. Sigo creyendo que el Frente Amplio es la opción menos mala en este desvarío, y nobleza obliga, reconozco que los voté y que no lo volveré a hacer. El proyecto de un país productivo y servil no lo trago ni a palos.

Falta mucho amor en todas partes. En este breve y verborrágico ensayo de hoy recuerdo El tesoro de los Inocentes, y el canto desgarrado del Indio: "si no hay amor, que no haya nada entonces".  No regateemos más, hay miles de lugares donde ya no hay amor, donde se esfumó la inocencia, disparó por la ventana. Cárceles para nuestros lugares más sombríos y siniestros, hospitales que aíslan al individuo y sus enfermedades, que no son otra cosa que los dolores que no nos atrevemos a revisar de nosotros mismos. Asilos para quitar la locura del medio social que nos hace peligrosos para nosotros y una amenaza para los demás, y así seguir dándole cuerda al mundo. Educación liceal y U.T.Us. (Universidad del Trabajo del Uruguay) que asegure un país productivo, liso y llano, ya ni levemente ondulado. Cuando era chico persistía la idiosincrasia de que quienes iban a la U.T.U. no estaban aptos para estudiar y desarrollar un nivel reflexivo, pensamiento crítico en un país de clase media e intelectual. La U.T.U. era para aprender oficios y trabajos pesados. 


Camilo Pérez Olivera
Ensayando otra manera de vivir¡!

lunes, 9 de abril de 2012

Viernes santo o de sanación

Las fechas que mancomunan al común de la gente las rechazo sin piedad hace años. Este atasco a la primera que le trae dificultades es a Noelia, carismática y alegre por naturaleza, está acostumbrada a lidiar con mi humor a contramano los días previos en que el calendario exige reunirse casi obligatoriamente con los familiares, cuando la familia se torna en burocracia. Trámites impostergables, dicen. Como se sabe en la jerga astrológica, sufro los días previos a las fechas en rojo del almanaque cual si fueran casa doce. Dícese de casa doce, el mes previo al cumpleaños de cada uno, donde no tenemos ganas de festejar ni reunir a quienes nos quieren porque estamos para adentro, revisando quiénes nos quieren, revisando cuánto nos queremos. Eso y otro montón de cosas se suceden en casa doce. Yo vivo una experiencia similar, como les relataba, cuando el almanaque avisa en rojo. Me niego rotundamente a la sociabilidad, hasta poquísimas horas previas donde, a veces, hago concesiones. 

Este viernes santo venía igual... Una pelea con mi mujer me dejó solo desde el jueves a la tarde. Ella siempre tiene buenos motivos para salir de casa y andar de visitas y paseos por algún domicilio montevideano, y yo siempre tengo mejores excusas para quedarme en casa, a esta altura se sabe que el espíritu de la escritura y de la música, se devoran mis semanas. Pero a veces hago concesiones. 

Agrdecido por el tiempo en intimidad, el jueves 5 dio un giro imprevisible desde temprano. Harwitum, facebook, guitarra, nuevas notas y Nacional eliminado de la Libertadores, me hechizaron hasta dejarme los ojos reventados frente a la computadora. Ah... Debo reconocer que la Wining Eleven me hace perder mucho el tiempo también.

En las últimas hojas del pasado 5 de abril, mensaje va, mensaje viene; acepté que no tenía otra opción que pasear en viernes santo. A veces hago concesiones.

Camioneta china en la puerta de casa sobre las 11 de la mañana, mi trenza negra y el mate se desprendía de manos de mi suegra para los pasajeros rumbo a un itinerario cargado de kilómetros en destino hacia Minas.

La relación con mis suegros tuvo de todo en cinco años: una especie de aceptación pronunciada al principio, desencantamiento después, repechajes en el medio y duros reveces hace algún tiempo. Es por eso que ahora me permito disfrutar de un respeto bien fundado: nos conocemos, y siento que nos respetamos y aceptamos en definitiva. Los comprendo, en alguna parte de este recorrido fui sólo la elección de su hija, un bohemio cantor y dicharachero, con brotes contagiosos contestatarios y rebeldes que no estaban dispuestos a tragar. Hasta que la realidad, quizá, haya mostrado que en mi persona, reposan bienes "no materiales" que siempre estoy dispuesto a conversar y compartir: mi espiritualidad.

Ellos cambiaron mucho, merced a caminos empinados y sacudones varios, y en algún momento de necesidad de nuevas respuestas, tocaron a la puerta de lata de la casita del Remanso. Allí donde se conversa en intimidad directa con el Gran Misterio. Con mi suegra nunca tuve un corte severo en la relación, con mi suegro si. Hoy, disfruto de una agradable complicidad con Beatriz y un compañerismo ideológico/energético con Tony. Pero sobre todo, a todos no cambió la existencia la llegada de Julieta. Unió lo que no estaba en los planes, movió los cimientos hasta tirarlos abajo e invitó imperante, sin decir palabra, a que los levantáramos de vuelta, sobre la base de la verdad, la simplicidad y el amor. Así que disfruto observando cómo ellos desarrollan genuinamente la tarea de abuelos. 

A mi se me da por de sentir que ellos también son mi familia. Cómo no ponderarlo de esa manera... Julieta allanó los vericuetos de los egos dolidos y amenazados, y nos desplazó al ser a casi todos, incluyendo mi parte del árbol genealógico. La pequeña fue marcando sin señalar, desde su plena belleza y gracia, acá hay luz, acá no. Ha sido ella la que nos ha enseñado a jugar al "acá tá, acá no tá", buscando claridad.

Años caminando en procura de un sendero espiritual y algunos años más enfrascado en entender los aspectos de la liturgia de las ceremonias del camino nativo, para entender a tiempo que el camino espiritual para mi corazón es la familia, el hogar... Con Noelia sonreímos entre aliviados y contentos cuando sentimos que hemos elegido la dirección adecuada y mucho más cuando los pasos se diversifican al compartir aquellas herramientas que han echado conciencia y sanación en nuestras vidas. No hay más religión que la sola posibilidad de relacionarse con el Espíritu - con el Universo in  situ -,  ni más templo sagrado que la naturaleza entera y en toda su dimensión. Yo también puedo decir que he comenzado a dejar de ser creyente... Pero es sólo el comienzo, recurso fácil este desde lo literario, pero definitivamente cierto y redondo, todos los días vuelvo a abrir los ojos como la primera vez. 

Todas estas cosas pensaba mientras la camioneta, gentil y aparatosa, ladeaba por la geografía suavemente ondulada de las rutas del sol. Hoy, el camino del puma, primer guardián del Parque Salus, nos recibió bajo un campo de cedros - medicina preponderante en los caminos de sabiduría de los nativos de América-, a su sombra jugamos, compartimos el almuerzo y nos refrescamos. Luego nos trasladamos al Salto del Penitente, donde el Gran Espíritu dibujó un laberinto de aguas profundas, serranas y dulces. Allí todos meditamos, cada cual a su manera. Haciendo equilibrio entre las rocas, zafando del safari de turistas y flashes intermitentes y permanentes. Nos juntábamos y nos separábamos, pero compartiendo el momento y el milagro. 

He aprendido mucho en estos últimos meses, también lo he dicho reiteradas veces. Pero resulta indispensable volver a mencionar que la intelectualidad en la cual formé mi personalidad, solo persiste en mí, si tiene como cometido colocarse al servicio del corazón y expresar lo que el pulso de éste va recogiendo en el camino del espíritu. No hay más misterio. Se cancelan los rollos. De ahora en más camino detrás de esa luz. 

La ruta de hoy ha sido la del agua. Agua que viaja por el lado telúrico de la tierra. Agua de sanación. Todos los caminos, en definitiva, conducen al Amor.




Camilo Pérez Olivera
Ensayando otra manera de vivir¡!

jueves, 5 de abril de 2012

Hay un rayo que caerá para vos

Suelo mirar el calendario que habita en mi computadora y su respectivo compañero inseparable: el reloj. En ellos descubro todos los días, con el mismo asombro, una velocidad alarmante. Como he mencionado en nota precedente a esta, hay una alteración temporal, mientras los relojes marchan expresos tras sus agujas, en el espacio la sensación térmico - temporal no es la misma. Vamos descubriendo con Gabriel, amigo bonaerense, cada vez que nos comunicamos a través del éter, que el cronorock a cobrado un vértigo implacable. Siempre uno de los dos comenta: "Ya estamos en abril (porque es abril), increíble."  Entre casa también nos sugerimos a menudo lo mismo, la volatilidad del tiempo es una cosa, el encauce eterno de los relojes, es otra. 

El año del dragón de agua no se anda escondiendo, ni es sigiloso, ni es silencioso; arremete e individualiza, no encuentro mejor forma de definirlo. Porte de viejo sabio, como el Señor Miyagi, es dueño de una energía vital descomunal. Arroja al descreído a la mismísima hoguera. Primero unas cuantas llamas de un fuego removedor pero que te permite continuar haciendo pie. Si luego de esa oportunidad no aprendiste, el viejo sabio arrecia la cotidianeidad con atención personalizada y sin escrúpulos, dirían algunos moralistas que están a la orden del día. Y cuando querés mirar hacia atrás, estas a 5 de abril, y hace un rato - insisto - brindabas por año nuevo. Este año, viene servido en bandeja para terminar con la cola para arriba si hasta ahora no te animaste a volar dentro y fuera de tus límites físicos, a caminar tus sueños más recónditos. Es una sugerencia sana hacer los movimientos personales que conversás con la almohada noche a noche y que escondés hasta de tu propia intimidad. Yo también escondía algunos sinsabores personales en relación a mi familia, por ejemplo, y un buen día me dio una tormenta interior y no me quedó otra que poner límites y bucear en mis aguas personales, que exigían cambios. Y así fue que me dediqué sanamente a meditar en actividad tres semanas. Estuve no disponible. Ahora salgo al mundo más claro, más certero, con más ánimo para comunicar lo que necesito y lo que no.

Sé que no soy fácil: librano, chancho... Podría pasarme la eternidad caminando los metros cuadrados de mi chiquero, plácidamente  Observando cómo crecen en su biorritmo los plantínes de tabaco que cuento por centenas en el porche de mi casa. Deambulando entre el afuera y el adentro, obsesivo de la limpieza y el orden que luego disfruto solo o acompañado, pero la gran mayoría de las veces, con buena música. Recorriendo los mismos acordes de las guitarras que acompañan mi rutina, escribiendo de vez en cuando nuevas líneas de alguna canción que también tiene su biorritmo, y como dice Fito: "aprendí a esperar que se escriba sola". Intercambiando el rol de compañero con el de padre full time - tarea que cada día amo más -.  Luego aparece el joven devenido en escritor multifunción: de facebook, de blog, de canciones, y de un libro que viene asomando bajo la lupa dura, sabia y amorosa de mi compañera, en un trabajo arduo que ya lleva dos años ensayándose, buscando aire y sobreviviendo a mi propia autoexigencia.

Mientras todo esto pasa, me descubro súbitamente alejado de la televisión y la radio. Ya sólo escucho "No toquen nada" y si Julieta no exige su mamadera en medio de la columna de Darwin... Pero la radio tampoco dura hasta más de las 10.30. He descubierto que puedo vivir sin saber "lo que pasa en el mundo", si lo que lo pasa en el mundo es una reproducción constante  de las mismas consecuencias, tras aplicar las soluciones equivocadas en circunstancias repetidas una y otra vez. No me siento en una victoria seudo espiritual por esto, de hecho a sucedido naturalmente, casi por defecto, cuidando lo que consumo, tanto en el alimento material como informativo. Sí me es necesario tirar algún dardito por aquí de vez en cuando, si siento que puede significar un aporte en cualesquiera de las direcciones que el éter cibernético o mente de de Dios luego dispone. Y de las noticias que llegan a mis oídos, en particular me han llamado la atención las muertes en instituciones médicas de manos de profesionales de la salud y la crisis existencial que vive la educación. Para la primera realidad, sentencio desde mi lugarcito en el mundo, que es una situación altamente significativa que hombres de la salud maten pacientes. Para mi, merece una sola lectura: amén que es un acto repudiable, estos personajes se tomaron la molestia de quebrar la confianza en el sistema de salud. ¿Se imaginan depositando vuestra integridad física ante cualquier percance en un centro asistencial hoy? Quebrar la confianza entre el médico y el paciente parece devolver las aguas a su cauce, a trabajar la salud como consecuencia de un equilibrio interior, de un volver la mirada hacia dentro. Parece que los pilares que levantó nuestra sociedad se tambalean sin sutilidad ni descanso. Parece que el dragón vino sin vergüenza... Educación que se derrumba, relaciones institucionales que se lesionan, hasta me he enterado en el intercambio verdadero, con personas sin doctorados ni licencias en especialidad alguna, que les cuesta a algunas empresas conseguir personal para cubrir puestos de trabajo. Como en aquel aleccionador año 2001/02, en que cayeron las viejas premisas del dinero: el que ahorra siempre tiene, y la plata se hizo humo en un banco de datos a nombre de los Peirano.  Este orden de las cosas es un viejo dundy, otrora paladín del barrio que ha perdido poder de seducción. Este sistema ha perdido la belleza y los estribos.

Si pasará el tiempo que comencé escribiendo esta nota un 5 de abril, y el calendario giró su conteo a 6 hace 15 minutos.

Los voy dejando, hermanos del zoo, deseando que cada cual busque su esencia donde mejor le parezca, las herramientas están a la orden del día. Busquemos un espejo lo más trasparente posible, que nos devuelva la imagen más íntegra de nosotros mismos. Que sigan las tormentas limpiando los planos personales que aún no nos animamos a caminar, aunque eso signifique que se estanquen las cloacas que ya no dan a basto de nuestra basura, para hacernos cargo de lo que hemos arrojado a las sombras, allí, en el inconsciente colectivo. Que sigan los rayos y centellas fecundando la tierra. Bruto movimiento al que estamos asistiendo, y eso que las tendencias espirituales clavan la mirada en mitad del año en adelante para ser testigos de los sismos que van a levantar los cimientos.

Nada más recomendable que ajustar los relojes al amparo del biorritmo que llevamos dentro.  


Camilo Pérez Olivera
Ensayando otra manera de vivir¡!