Es una sala repleta de espejos donde es imposible no encontrarse, todos los caminos son uno y por cada uno hemos pasado todos. Están escritas todas las emociones, están impresos todos los signos y todos los colores. Todos los matices tienen un fulgor personal, un destello particular y poseen una verdad. Junté todos los "no quiero ser" por los que pasé y eso me construyó en quien soy. Soy los pasos andando y la responsabilidad obrando. Sentimientos profundos y pensamientos más claros han madurado aquí dentro. Todavía no conozco la totalidad de los espejos. Algunos seducen, otros gritan, otros guardan silencio y en estos últimos confío más. A algunos los aborrezco, otros me hartaron y hay otros muy bellos pero llenos de infidelidad. Hay espejos rotos también. Hay espejos lujosos pero cargados de infelicidad. Hay espejos muy solos y hay otros que son multitudinarios y también me saben a soledad. Hay perfiles más bruscos y hay perfiles que buscan un abrazo. Hay perfiles que se esconden y otros piden amor a voz en cuello. Hay espejos vanidosos, hay espejos soberbios y hay espejos amables. Es una sala repleta de espejos. Muchos de sus perfiles son míos y otros son ajenos, partecitas de otras identidades que generosamente se han quedado a habitar en mi. Hay espejos que regalan abrazos y esos espejos son reconfortantes... Hay espejos que muestran futuros pero están en construcción. Hay una sala repleta de posibilidades... Hay una sala llena de identidad donde es posible al mismo tiempo la tristeza y ser feliz. En una mano llevo el dolor y en la otra el amparo, sé que necesito de uno cuando el otro se manifiesta. Es una sala que exige equilibrio y precisa de la tormenta y del sol. Hay espejos enormes del otro lado de un incendio feroz. Respiro profundo, lleno mi vientre de aire y tu mano me llena de calor. Una mano pequeñita toma la mía y me alienta a crecer. Hay espejos muy firmes y hay otros que son un despojo de lo que nos vistió. Hay un espejo vestido y un espejo desnudo, uno me llena de frío y otro de candidez.
De pronto todos toman movimiento, aquellos que describí y aquellos que ni siquiera había notado. Comienzan a distribuirse en otros lugares, se disponen a mudarse de sitio pero no de habitación. Noto que hay espejos buscando otros espejos, noto que hay espejos buscándose un reflejo que les resulte familiar. Noto que la soledad encuentra intimidad, noto que la competencia encuentra compartir, noto que la mentira no encuentra un espejo que la haga verdad.
Los espejos se reúnen y algunos comienzan a saltar dentro de mí, esos espejos me comienzan a integrar. Hay una sala que está llena de puertas y ventanas, sus paredes son de espuma y calor. Abro las puertas y entran perfiles, espejos, perfumes y flores, mujeres con hombres y niños riendo. Hermanos y hermanas y manos y abrazos. Siguen llegando y siguen entrando, los sueños y los cazadores, los miedos y sus celadores y las llaves para que los miedos no estén solos nunca más. Saltan las dudas por las ventanas y cada uno elige una para que nadie vuelva a dudar. Entra el Gran Misterio y entra la confianza para que todos nos animemos a entrar. Entra la inocencia y entra la sorpresa para que nuestros ojos se vuelvan a maravillar. Ingresan los bostezos y también los magos y el entusiasmo volvió a florecer.
Cada uno incluye un yo lleno de otros, construye un nosotros. Cada yo extravió su desamparo en medio de semejante encuentro lleno de espejos, puertas, ventanas, fiestas y fantasías y cuando la humanidad se sintió unida y en compañía, el resto de la familia planetario desbordó la sala. Cada uno incluye un yo lleno de otros y de pronto todos olvidamos nuestra importancia personal. De pronto no se supo bien si nosotros habíamos ido hacia ellas o ellas se acercaron a nosotros, a esa altura de la magia ya todo era posible, pero la noche se presentó y las estrellas estaban entre nosotros. En algún momento comenzamos a perder la forma y la gravedad y éramos aire levitando en el espacio, éramos conciencia, éramos amor y éramos luz y para ese entonces se habían acabado las palabras y éramos solo melodía.
Camilo Pérez Olivera
Ensayando otra manera de vivir¡!
gracias =)
ResponderEliminarme encanta como se dan las sincronías jajajaja. vengo con el tema de los espejos, "la casa de los espejos" hace algunos días; escribo algo relacionado a eso en mi blog y luego un link lleva a otro y aquí estoy, leyendo sobre espejos! jajajajaja
Celebro el encuentro, Gabriel, las coincidencias, las sincronías y los corazones. Un abrazo.
ResponderEliminarhacia tiempo que no me dejaba un escrito tan embobado leyendolo, gracias por lo que pones y felicidades!
ResponderEliminar