Los
tiempos rugen y están urgentes, tu tiempo te sacude ¿qué vas a hacer? Las horas
y toda forma en que midamos el tiempo, están concentradas, están explotando… Nuestra
depresión y toda la sin razón también estalla. Y por sobre todo, la depresión
no es sinónimo de debilidad, todo lo contrario, cuando se manifiesta, es un
volcán. El corazón está desbocado, ha guardado tanta violencia, ha recibo tanto
abuso que ahora no hace más que quitárselo de encima.
Hay
golpes por todos lados, las enfermedades están más vivas que nunca, estamos
muriéndonos a cada instante. Hay muchos soles que nos están fritando y bajo esa
luz, las locuras sólo pueden salirse de su guarida, no tienen espacio para
esconderse. No hay filtros ya, es el cielo, hermano y poderoso quien está
abrazándonos y en su presencia, se notan la mentira y el engaño en que estamos
sumidos.
Fuimos
a despertar nuestro corazón, los cuatro, en familia. Fuimos a levantar la voz
para no callarnos nunca más. Fuimos unidos y volvimos siendo uno; claros,
firmes, seguros, intensos y abiertos. La vida se paró delante de nosotros y le ofrecimos
nuestra sonrisa, no los dientes. Así fue que apareció un milagro tras otro…
Nada tuvo límites, apenas dormimos, los ojos clavados en la conciencia, viendo
y siendo magia en constante movimiento.
Detonamos
en amor, nos expandimos, nos vimos en los ojos de tantos hermanos que
regresamos relucientes, resplandecidos. Al llegar y prender los noticieros, lo
esperado… Una violencia en re menor, un acorde lleno de angustia y tensión. Lo
sagrado nos está envolviendo y no todos lo reconocemos. Es inconfundible, sos
inconfundible. La realidad no me deja otra alternativa que mirar con compasión
cómo los arrebatos van por todo, desde arriba y desde abajo. Es un todos contra
todos que observo con indulgencia, las vidas humanas no están siendo
impecables. Está lloviendo luz, estamos rodeados de precipicios y
precipitaciones.
Los
últimos momentos de un año tomado por la transformación, como soplo de la
muerte, serán impredecibles, pero no necesariamente sorprendentes. Ya entramos
en una dimensión de transparencia y claridad, es por eso que el tenor y la gravedad
de lo que carga el corazón, encontrará cualquier vía para mostrarse. Estragos
por doquier, los escrúpulos desaparecidos y la mayoría de las acciones faltándole
el respeto a la ausencia de amor.
Camilo
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