Empieza
a rodar el 2014 y en él se empieza a iluminar el amor. Primero será el fuego y
la tempestad del calor de acuario, que a esta altura no es ninguna novedad. Este
mes está signado por espacios de poder individual pero algo tosco y terco. Como
el disfrute que se interrumpe por los efectos de imprevistas lluvias de verano
y que más de una vez nos hace salir corriendo, o en su virtud —y no en su
defecto— permitimos que nos moje y nos atraviese.
El
calor nos presta la primer voluntad del ciclo, el accionar, pero en conjunción
con una individualidad muy marcada, puede llevar a no mirar más allá del
ombligo personal o de otra forma, perderse en el enjambre y en la muchedumbre
que a veces trae malos humores. Cuidado donde escogemos pasar las vacaciones.
Permítanse el sano equilibrio entre el esparcimiento y la auto conexión y contemplación.
Para
muchos, este mes será de movimiento hacia los lugares para los cuales se han
estado preparando. Es una especie de manifestación del karma o del dharma según
los criterios y parámetros sobre los que articulamos el año pasado, de
transformación y muerte.
Tanto
las lluvias como los incendios internos y externos, serán la expresión de los
dolores lavándose en el alma. Se manifestará lo que guarda el corazón y aún no
conocemos. El dolor de estar vivos y no saber cómo salir del lugar en que
estamos encallados. Enero será intenso y para más de uno, darán ganas de no
volver nunca más a la rutina. A ver quién se anima…
A
partir de febrero podremos tomar la opción de jugar a que somos libres,
creérnoslo y crearlo, habrá espacios liberados para ello. Habrán distracciones
de todo tipo que nos pueden sumergir en la dualidad de las vacaciones, la
prolongación de las jornadas fruto del carnaval mientras volvemos a dormirnos
poco a poco en las jaulas de los horarios, aceptando el trabajo como inevitable.
En los horarios nocturnos pueden haber sorpresas, pues las relaciones y su
expresión mitad cierta y mitad excitación por las noches de verano —más Piscis
al comando—, pueden traer propuestas seductoras que no necesariamente prosperen
luego. No desesperarse, si son conducidos a algún lugar, puede ser la punta del
hilo de una cadena de acontecimientos que los lleve a nuevos puertos. Hagan prevalecer
el criterio, modérense y equilíbrense sin descuidarse, no sea cosa que las
experiencias de libertad luego no se transformen en un mal recuerdo. Se estarán
moldeando en la atmósfera durante los primeros treinta días del año, grandes
oportunidades para todos. No sean ingenuos, pero confíen en la dirección de su
sentir.
En marzo, cuando todo comience a desembocar en
la realidad, tendremos a disposición la oportunidad de aumentar el caudal de
amor que reconocimos antes o empezar a encasillarnos a la costumbre. Será un
buen momento para decidir de qué manera necesitamos fortalecernos, de qué forma
queremos acompañar nuestras revoluciones íntimas.
En abril,
el fuego de aries y la entrada de tauro nos van a empujar a enfrentarnos por el
territorio interior que haya ganado la pulseada. Si escogimos el sometimiento,
la vida no nos dará respiro. Nos pondremos excusas y llenaremos las actitudes
de argumentos para defender el desamparo y excluir el amor o amaremos los
tramos de libertad conquistada con suficiente coraje para proteger esos
pequeños avances.
Mayo
puede ser un espacio para las confrontaciones y mientras muchos estén retenidos
en ellas, otros aprovecharán para ir por más y ganar espacios en su conciencia
y corazón.
Durante
junio, el preámbulo del invierno y su ingreso nos medirán para ver de qué
estamos hechos y cuánto trabajamos hasta aquí. Todavía tendremos un poco de
aire —Géminis, invita—, hasta que entre Cáncer y con él, las aguas y el frío —que
promete seguir rompiendo barreras históricas—y nos consoliden como ciudad
capital más austral del mundo. Será un buen momento para navegar en las
emociones y ponerse selectivos a la hora de salir, tal vez se convierta en una
oportunidad de dejar la comodidad del hogar sólo para ir a los lugares que le
den calidez al corazón y amparo al alma.
El
margen entre finales de junio y principios de julio nos va a proponer girar
hacia el sur, armonizar nuestra vida y existencia en consonancia con el
hemisferio que habitamos. Sugerencia para el solsticio de invierno: participar
de encuentros que celebren la entrada al año nuevo según la tierra que
habitamos. Si nos tomamos y nos servimos de la energía continental que nos es
propia, podremos sentir cómo cambia el alinearnos en conciencia a nuestra
verdadera naturaleza. Leo en agosto, va a colaborar para que —introspección
mediante— nos conectemos con el fuego interno y sigamos depurando lo que nos
separa de conocernos.
Septiembre
siempre es un mes “tramposo”, su imagen se pinta de primavera y sin embargo
trae grandes coletazos de frío y abundante lluvia. Un buen consejo es
aprovechar la energía de virgo para sembrar durante este signo de tierra los
sueños vírgenes que queramos cosechar después.
Si nos
acogimos al biorritmo natural, al movimiento del sur, a partir de octubre
podremos disfrutar el ingreso a cuarta y quinta dimensión que marzo nos dejó. Para
este tramo del año, la vida de más de uno se encontrará verdaderamente
transformada desde el invierno y será momento de salir a buscar nuevos lugares:
mudanzas, cambios de empleo —algunos más radicales y otros paulatinos—, relaciones
nuevas o consolidación de aquellas que hayan atravesado juntas el difícil 2013.
Como
suele pasar con los últimos meses del año, noviembre puede encontrarnos
alistados en la revolución del amor que supondrá el año entero y sus sorpresas
o puede aumentar el estrés derivado de la cercanía del cierre del ciclo
lectivo.
Para
los últimos treinta y un días, se puede esperar que muchos ya estén dentro de
la vorágine de las fiestas. Aún así, se notarán grandes vacíos producto de
quienes desembarcaron del barco a la deriva que esta forma de vida, extenuada,
agotada y absurda propone. Durante las fiestas, muchos decidirán irse a pasar
lo más armoniosamente posible a lugares a los cuales fueron súbitamente a
explorar en el correr del año y los atrapó y magnetizó. Sitios adentrados en la
naturaleza, sin ruidos ni estruendos, que brinden calma y paz. Estas decisiones
pueden traer nuevos enfrentamientos en las relaciones familiares producto de la
incomprensión. Dependerá qué tan trabajados estén sus corazones para que eso
les afecte más o menos.
La
revolución que se viene gestando desde hace años, durante el 2014 no será tan
sigilosa ni silenciosa. Reaparecerán células dormidas, aflorará la memoria y el
recuerdo de quiénes somos y eso hará que se recrudezcan los síntomas de las
enfermedades que hemos cargado tanto tiempo. Al ser también el año del
fortalecimiento de la red del cielo en la tierra, sí o sí, nuevas voces
sostenidas por grupos y sociedad formadas en 2013, tomarán la comunicación para
que sus mensajes se derramen hacia aquellos que todavía no ha sido su tiempo.
Será
este, un año de esclarecimiento y supondrá aún más fragilidad para lo que viene
endeble o determinante para la ruptura definitiva con aquellos márgenes que nos
limitan.
¡Bienvenidos
al año donde la voluntad de cambio está de parabienes y el libre albedrío comienza
a expresarse plenamente! ¡Vamos rumbo a un 2015 de libertad categórica!
Camilo
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